Comprender la relación entre la lectura y las funciones ejecutivas
Las funciones ejecutivas desempeñan un papel fundamental en la lectura, ya que son responsables de controlar los procesos cognitivos necesarios para comprender y procesar la información escrita.
La función de planificar se presenta antes y durante la lectura, ya que ayudan a los lectores a planificar su enfoque y organizar la información. Esto implica establecer metas de lectura, seleccionar estrategias apropiadas, anticipar el vocabulario y predecir el contenido del texto, así como estructurar mentalmente la información para facilitar la comprensión y la retención.
La memoria de trabajo actúa sobre la atención ejecutiva, para mantener el enfoque durante la lectura. Permitiendo que el lector se involucre de manera activa y siga el hilo del discurso. También está asociada al almacenamiento temporal y la manipulación activa de la información relevante durante la lectura. Permite al lector mantener en mente detalles importantes, integrar ideas y hacer conexiones entre ellas para comprender el texto en su contexto. Para mejorar la memoria de trabajo, elimina las distracciones, lee con atención, haz pausas activas para repasar los leído, organiza mentalmente la información a modo de esquema, hazte preguntas, subraya, toma notas, resume los puntos importantes.
La flexibilidad cognitiva implica la capacidad de cambiar entre diferentes ideas, perspectivas y estrategias de lectura. Los lectores con buena flexibilidad pueden adaptarse rápidamente a diferentes tipos de texto, ajustar su velocidad de lectura y modificar sus enfoques según sea necesario para una comprensión más efectiva. Para mejorar la flexibilidad, intenta comprender los puntos de vista y las experiencias de los personajes o los autores. Reflexiona sobre cómo te sentirías o actuarías en situaciones similares. Mientras lees, plantea preguntas que te ayuden a considerar diferentes perspectivas o interpretaciones. Reflexiona sobre el contenido y analiza cómo se relaciona con tus propias ideas y conocimientos previos.
El control inhibitorio suprime las respuestas automáticas no deseadas o distracciones durante la lectura. Un buen control inhibitorio permite al lector resistir las interferencias externas o internas, como distracciones visuales o pensamientos irrelevantes, y mantener el enfoque en el texto. Para ello, minimiza las distracciones, organiza el espacio de trabajo, apaga los dispositivos, elimina los objetos que puedan distraerte. Ten una lectura activa, subraya, toma nota, resalta. Define metas claras y reales para tu sesión de lectura y establece límites de tiempo. Puedes decidir leer un capítulo o un número determinado de páginas en un período de tiempo específico. Esto te ayudará a mantener el control inhibitorio al fijar un objetivo y resistir la tentación de desviarte de la tarea (Berninger, 2018; Ruiz de Somocurcio, 2022).
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