Las funciones ejecutivas y su papel crucial en el aprendizaje de la lectura fonológica
La lectura fonológica es el proceso de asociar los sonidos del lenguaje hablado con las letras o grupos de letras correspondientes, aquí la memoria de trabajo desempeña un papel fundamental en su aprendizaje, ya que, durante el proceso de lectura fonética, el estudiante debe retener y manipular activamente los sonidos del lenguaje hablado en su memoria de trabajo para luego relacionarlos con las letras correspondientes. La capacidad de mantener en mente los sonidos y las secuencias fonéticas es esencial para el reconocimiento y la decodificación de las palabras. Así como la necesidad de mantener la atención sostenida que permite al estudiante mantener el enfoque en los sonidos del lenguaje hablado y en las correspondencias fonéticas mientras los relaciona con las letras. Esta capacidad de la memoria de trabajo de dirigir y mantener la atención en los detalles fonológicos es esencial para adquirir una conciencia fonética precisa y aplicarla en la lectura (Dehaene, 2022).
Por su parte, la flexibilidad cognitiva permite al estudiante adaptarse a las diferentes reglas y patrones fonéticos del lenguaje. Facilita la capacidad de cambiar entre los diferentes sonidos del habla y las correspondencias grafema-fonema según las demandas del texto. La flexibilidad da la habilidad para ajustar la pronunciación de las palabras en función del contexto y aplicar reglas fonéticas específicas, así como la capacidad de reflexionar sobre los propios errores y ajustar las estrategias de aprendizaje, ambas son esenciales para el desarrollo de la lectura fonológica. Practicar leer en voz alta, enfatiza los sonidos específicos dentro de las palabras. Esto ayudará a desarrollar una mayor conciencia de los sonidos individuales y practicar la flexibilidad cognitiva al cambiar entre diferentes sonidos y pronunciaciones.
El control inhibitorio es esencial para superar las interferencias y distracciones durante el aprendizaje de la lectura fonológica. Los estudiantes deben aprender a inhibir las respuestas automáticas y a evitar pronunciar las palabras basándose únicamente en su forma visual. El control inhibitorio permite al estudiante frenar las respuestas incorrectas o poco precisas y aplicar las reglas fonéticas y los conocimientos adquiridos de manera consciente y controlada. Practicar la lectura en voz alta es una forma efectiva de practicar la lectura fonológica. Además, al hacerlo, debes enfocarte en la pronunciación correcta de cada sonido y palabra, con lo cual puede suprimir errores y mantener el ritmo adecuado de lectura. La práctica regular y sistemática en la cual se dedica tiempo todos los días para trabajar en actividades, ayuda al control inhibitorio además de mejorar las habilidades fonológicas. Rutinas de práctica mejora la atención, favoreciendo que la consistencia y la repetición ayuden a consolidar y fortalecer estas habilidades fonológicas con el tiempo (Hulme, 2019; Hoeft, 2019)
Insistir en que todas las áreas en la escuela aseguren un manejo adecuado de su vocabulario, garantizará una mejor comprensión lectora. En este sentido, uno de los aspectos más saltantes que aporta la neurociencia a la lectura es la capacidad del cerebro de reciclar una región de la corteza visual para objetos y rostros y convertirla en una “Caja de palabras”, especializada en el desciframiento de las palabras escritas. En las personas analfabetas esta región no da ninguna respuesta a las letras, sino que responde a rostros y objetos (Dehaene, 2022)
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